**Alberto Hernández**
Mirar es contarse una fábula
**Roberto Juarroz**
BESTIARIO DIGITAL
Piel sobre piel, revestidas: aparece en un viaje el rostro simulado. Alguien argumenta desde la inocencia y descubre un plumaje, los cuernos de abundancia de un animal que mira de frente o de lado, belfos y el lomo sagitario de un sueño convertido en imagen.
Y también árboles, sus pulmones, muchas aves.
Son animales fijados en papel imaginado, en el dedo virtual de una identidad, camuflados, asistidos por la fuerza del color y la arrogancia del mentón o del pico de pájaro o de un mamífero ambulante.
He aquí el poema, todos los poemas dotados de elegancia en sus trajes. Lujosos en la morigeración de cada nombre puesto por Miguel Vallinas.
Bestias humanas, animales pensados para pensar con ellos.
La foto o la imagen trucada por la magia, desde la perspectiva del poema, se hace indulgencia, pasión, demencia estética, tribulación creadora.
La bestia que mira al espectador no es la misma. Tiene todos los rostros de la fauna humana.
Las bestias en plural también en una sola, un singular desde la mirada de quien las recrea.
La humanidad en una jungla que aviva su lenguaje.
En estas tierras que ha creado el artista, las bestias nos convidan a ser, nos disminuyen por decir lo menos mientras sus mundos crecen desmedidos.
Somos los animales de estos cuadros.
Somos las bestias revestidas. Somos sus tatuajes.
MUDA DE PIELES
Se muda de piel como de ropa
Y con ella nos hacemos bestias
Cachorros renegados
Vestidos para sacudir el polvo
Y la tragedia.
Quien dice esto mira de frente
Con la mirada de los tres que nos miran
Son tres miradas sin ornamento alguno
Miradas sin piel de fruta mordida y en silencio
Son los animales que llevamos adentro
Donde la inocencia nos revierte humanos
Alguien transgrede la piel a ojos abiertos
Mientras los hocicos deletrean los nombres
Que alguna vez
Alguien pronunció primero
Somos los animales los mismos de hace tiempo
Los que en la pupila trazamos piel ajena
De los que alguna vez –digo- viajaron en el tiempo
O dejaron de hacerlo en todos los espejos.
EN ALGÚN LUGAR DEL OJO
El lugar podría ser el párpado solitario
De una vaca sonora en una foto.
O el océano vítreo
Global y revestido
De algunos personajes
Que desnudos
Habitan la solapa
O el hilván de una boca impronunciada
En algún lugar del ojo
Se fragmentan el cuello y la pupila
Y el torso en un momento
Se da el lujo de ser
El otro ombligo
El que esconde la ropa
La piel que el ojo viste borra o nombra.
CABEZA DE HUMO
Que sea sábado
No importa
La pipa exhala el volcán del viernes:
Un tanto detective
O míster Watson
Van juntos boca invisible y humo
El entorno es oscuro el atuendo indicado
Para quien busca el misterio y lo tropieza
Para encontrar el crimen
Basta la nube de tabaco la picadura de una emergencia
Y el ojo sobre la sangre seca
Entonces alguien inventa el relato
Y la cabeza de humo se devana los sesos.
VENADO EN LA RETINA
Se es venado si el disparo acierta
Y se cuelga la cornamenta
En pleno corazón de la retina:
Es que saberse cazado y retratado
Es cuestión de un peligro sin aviso
¿Qué riesgo corre un venado mientras corre?
PALMÍPEDO EN AZUL
Mira hacia abajo con los ojos redondos
Como si la tierra empequeñeciera en sus desmanes.
Ánade, cisne o pato alucinado
Calmo en sus brazos en cruz sobre la panza
Y su camisa azul de cielo abierto
O la mirada tenue sobre el suelo infinito
En resumen:
Se trata de un sujeto que habita en el plumaje
De quien anda y se mueve
Como pato en el agua
Aunque usa zapatos y traje de remedo
Para hacerse ciudad y esquina sin semáforo
¡Cómo no dejar cruzar la calle a un palmípedo
Enredado en sus propias patas!
LEÓN DE MEDIO LADO
¿Qué busca un león de perfil en medio de la noche
Si está desnudo?
¿Qué puede encontrar en medio de la noche
Un león afeitado?
El que mira de medio lado usa la arrogancia de su reino.
Aunque vestido así
Podría parecer la bestia que alguna vez soñamos.
Un león de costado o de mirada periférica
Se sacude el pelo y se libra del miedo
Del gato que pudo haber sido
¿Fue tigre alguna vez el león que nos mira?
PERRO EN NEGRO
¿Qué piensa un perro prieto mientras camina con un poeta que piensa en la lluvia?
¿Qué puede pensar un perro negro en cuya gabardina lleva un reloj de arena?
Importa más que mira hacia la sala desde donde lo ven unos paseantes.
Y sabe que es la foto que Miguel el artista plasmó mientras ladraba
Y Miguel le contaba de astros y milagros.
Es un perro negro y negra es su estampa
Y mira con ganas y desganos.
Y nos mira.
Nos mira con la única mirada que lo abruma
Mientras cree ser paseado por un poeta mientras piensa en la lluvia.
OJO DE ÁGUILA
No vuela en picada.
Posa.
Artista del aire en la tierra.
En un salón de modas.
Bien vestido y con el ojo puesto en la corbata.
Reposa la mirada.
Mira.
El horizonte le ha sido borrado.
Salpica el aire con sus alas ocultas.
Viste traje de fiesta o funerario.
No deja de mirar.
No deja.
Mira.
TAMBIÉN UN ÁRBOL
Que sea campesino o moroso citadino
Poco importa
Viste ropa de humanos y es frondoso
Y seguramente ocultará muchos pájaros
Termitas y gusanos
Mariposas y hormigas
Se sentirá árbol con su ética
Y responsabilidades
Y es que si el árbol viste caballero
No puede ser sino un árbol elegante
Tanto que confunde y deja de pasar
Algunas piedras a sus frutos maduros.
Árbol pensante para la fotografía
Árbol tan humano que piensa
Tan pensante que pasea por el parque.
Un árbol también puede ser una bestia.
DE FINO TALANTE, EL SEÑOR ELEFANTE
Todo lo mirado puede borrarse
Desde el ojo mismo
Con el parpadeo de un elefante
Y si su trompa ofende
No es más que nariz.
Que hay narigudos bestiales
Que pasean por las calles más pesados
Odiosos o pedantes y no son elefantes.
Habría que recoger las palabras
Y no ofender su trompa
Y que Quevedo venga y no se sienta
A tirar sus canitas por el aire.
Un elefante es un señor nutrido
Bien pensado
Muy mirado en el fondo de un ojo veterano.
LA TESTA / CASA
Hay una casa con cuerpo cuya cabeza es su techo
Camina la casa por sus habitaciones
Y se viste de lujo
Para ir a la calle
¿Cuánta filosofía cabe en los rincones
Por donde anda Alguien en murmullos?
Viste la casa de fiesta y a veces de luto
Fúnebre la estancia mientras el muerto duerme
Cuando le toca al miedo
Ser también la casa
Cabeza del dolor y del mutismo
La casa es la cabeza y los fragmentos del olvido
Y también la memoria
Disfrazada.
NOS VISITA UN CONEJO
1
2
3
4
Saltos en el momento y de lujo revestido
De piel suave acosado entre arbustos o edificios
De ciudades perdidas
Su carne en la olla adolorida
Por el disparo que aún oyen sus orejas
Viste el conejo o la liebre
El viejo roedor de Alicia el antaño que mira
Con los ojos cerrados lo que hay en su adentro
Mientras el cazador le apunta y le dispara
Nos visita el conejo con la idea de obtener el pasaporte
Elegante y de sonrisa eterna
Le piden enseriar su cara en la foto
De su ocasión primera.
Y con 1 2 3 4 saltos
Aparece en el álbum tan serio y tan nervioso
Como quien viaja con agua entre las manos.
¿QUÉ BESTIA SOY EN LA FOTO?
Me revisan en la aduana y me dejan pasar
Llevo cara de asno, de borrico sin Sancho
Por mi traje planchado y muy lucido
No obstante
No sé qué animal soy
O qué bestia silbante pájaro o símbolo
Cerebro abierto dimensión del alma
¿Qué bestia soy mientras pienso en Beethoven,
Mientras leo a Juarroz
A Montejo a Cadenas a Quevedo a Colinas
U oigo a Serrat un tanto calvo envejecido?
Me desvisto en la calle y masturbo mis dedos
Cavilo bajo un árbol revestido de pelos
Vello púbico verijas y sobacos vagina llevo y traigo
Y siento que los senos tan masculinos ellos
Son mamados por tantos miserables y niños
¿Qué animal me designa esta foto?
Soy labestia que siento la que llevo en un traje con solapas.
SOY UN RELOJ
He dado la hora con los ojos
Y allá donde las agujas son miopes
Puedo ver la joya del vestuario.
No sé si tenga piel pero hago del tiempo mi enemigo
He sido el horario de la tierra que gira
De la que se detiene mientras pienso
O miro sin querer en las mañanas el instante
El sagrado momento de darle vuelta al ojo
Porque pese al futuro
Sigo siendo redondo.
JARRA CON ASA EN EL AIRE
Son más las ocasiones en que me vacío
Que mi cuerpo es un cuerpo sin sus huesos
Donde va el agua el zumo el jugo o lo que venga
Sólo hay ilusión falta de hartazgo mucho silencio
Me toman de una oreja y me llevan donde estaba una mesa
Y unos comensales con trajes y ornamentos
Y yo también vestida con mis callos y ofensas
Por el ojo pequeño de un costado
Dejo caer el líquido tan lento
Que Alguien con mayúsculas me mira
Y arranca de mis manos la jarra en que persisto
Ya sobre la mesa me retiro
Y en la alacena entro.
Pero antes me aseo.
ABANICO
Ella se abana se echa aire
Mients el verano asume todo el tiempo
Que habrá de ser lo que
Dios está atento mira desde el cielo
El instante en que ella se abanica los senos
O se limpia los ojos que el sudor arremete:
Alas de abanico afanado
En la iglesia en el velorio o en la fiesta
Vale decir que el abanico también viste de seda
Y luce desde lejos su aristócrata vuelo.
FOT0/ FÁBULA
En la foto el poeta está ausente
Su cabeza gira como un viejo planeta
O presente si quiere su voz acumulada
Por el tiempo
No sé si en Buenos Aires Caracas o Madrid
Se le cuentan las letras
Las leyendas los versos
La foto lo registra y con fervor lo viste
Con pieles de conejo camello león o tigre
O sinsonte
No sé
Y lo hace mirar con cara de poeta
Los rostros
Retratados de un antiguo zoológico
El fotógrafo es sujeto de poeta o de poema
Poeta él o loco ensimismado
Entre tantas cabezas de bestias arrogantes inocentes
Profanas o sagradas herejes santidades
Rebeldes o muy mansas
Él las sigue mostrando en perfecto gerundio.
EL OJO
Sigue el ojo su constante viaje
Por la piel sinuosa de la bestia.
EN EL BOSQUE
Todos caben
Cabemos en el bosque
Sujetos a la imagen vestidos o desnudos
Adanes y Evas revelados
Digitales pedestres e instantáneos
Somos todas en una las bestias que hemos sido
Ramas lianas riachuelos maraña de insectos
Alacranes
Sin cabeza pero sí ataviados
Y elegantes
O sucios desalmados
En el bosque es la fiesta del museo
Todos cabemos animales
Que de humanos sólo un verso
O un beso en el aire
Para decir lo menos o lo mucho que somos
O cabemos.
DE CABALLO MUCHO
Cabalgo a diario por el Parque El Retiro
Y descanso el camino sobre mis ancas
En Las Delicias de mi ciudad.
Me amparo en la ropa y en mis pieles sudadas
El trote o la carrera son mi designio
Y sin jinete ando con o sin cabeza
Soy mi caballo y sigo a paso largo
Por la antigua Gran Vía como si nada
Y termino cansado en mi pelaje
Cerca de Caracas donde respiro un aire diferente
Digan lo que digan soy un caballo vestido
Me miro en un espejo y me arreglo las cejas
Entorno la mirada y limpio
Las piernas en carrera con mi cola
No hay moscas
Mi traje las aleja.
Soy mi propio caballo y me cabalgo
Muy bien enjaezado.
DEL FLORERO Y EL SILENCIO
Todo florero habla en susurros
Cuando las flores se han marchitado
Y cuando éstas alegran el lugar
El florero canta pero nadie lo oye
Y si viste de gala
El florero se luce: silba y todos lo escuchan.
Pero en silencio.
CALAVERA
Es azul el rostro de la muerte
En este caso azul de un cielo en los hombros
O de un infierno que no se ve
Porque no está en la foto
La muerte es sólo eso: un rostro de huesos
Y sin ojos
Y si son azules
La fiesta comienza más tarde.
Un búho silencioso se oculta
En algún lugar de esas pupilas ciegas.
UN TELÉFONO
Si alguien llama desde el cuerpo
Que sostiene el timbre y nadie atiende
Se trata sólo de un instante
Porque la bocina saludará
Mientras el diafragma solicita permiso
Para identificar al dueño del eructo
Desde el otro lado de la línea.
LA MUJER PARAGUAS
Llueve dentro de los ojos
Y los charcos inundan una tarde oscura
Una falda de copa
El rostro más allá de un apellido
Como Pérez tan común para paraguas
No sombrilla ni paradigma
Anónimo es el ojo que la mira.
¿Habrá alguna bestia bajo la lluvia?
DESDE EL CUADRO
Desde allí
Precisamente
La bestia ve al lector
de su cómoda y estática mirada
Ellos
Todos ellos
Miran al espectador lo dibujan lo delinean
Lo borran
Lo invitan a verse ellos mismos
En la mueca sórdida del tiempo
Desde el cuadro el ojo hondo del gato
Sabe de maullidos y lunas llenas
Sometidas a ventanas inconclusas.
El gato frontal y felino
Comba el cuerpo para ser vestido por el sastre.
Ahora el cuadro es mirado
Mientras el artista conversa con el gato.
TRAJE SIN CABEZA
Es normal que un traje no lleve cabeza
Lo que no es normal
Es que la cabeza piense por el traje
Mientras éste cuelga del ropero
Y lleve tenis
Zapatos deportivos
Y para más
blancos y muy limpios
¿Cuánto ha trotado esa gabardina
Que cubre paltó camisa y tetillas?
¿Cuántos sueños conserva en la memoria
Si no lleva cabeza a la vista de todos?
En todo caso
¿para qué cabeza si de todas maneras
Sabemos que nos mira?
POEMA QUIJOTESCO EN EL OJO
Si Miguel de Cervantes
Digamos Vallinas de su mismo nombre
Propusiera molinos de viento
Sobre los hombros de un descabezado
Habría que ver las caras del Qujiote y Sancho
Inventarse batallas en medio de las tardes
Serían manadas de soldados sin rostro
Y muchas cabras, becerros y jirafas
Atildando en las ventas en iglesias y campos
La sombra varonil con sus mohosas lanzas
Uno cree que correrían tras los fantasmas
Que La Mancha recoge por las noches
Mientras el Toboso inventa a Dulcinea
Vestida de odalisca y añoranzas
A ver, Vallinas:
¿dónde está la cara de la dama del viejo flaco y largo
Que aún cabalga por la llanura remendando entuertos?
Si don Miguel de Cervantes
Recurriera al estudio del fotógrafo
Llevaría la cabeza visible de sus personajes
Y la de él mismo repararía en los trajes
Sombreros y hasta bastones de alambre
Para verlo tantear en medio de hilos y estambres
Con los fantasmas de la tierra de Henares.
Quedará para todos en sus ojos
El fondo revestido de máscaras
miradas y colores
mientras la Triste Figura imagina los platos
sobre la mesa de la venta auscultada.
Esa foto nos la debe Miguel
Que de Cervantes lleva mucho en sus ojos
Y don Miguel tiene de Vallinas
Cuando imagina
Cuando le inventa cabezas a toda la simiente
De quienes nos miran nos borran y de nuevo nos miran
Desde un lugar en el fondo del ojo.
OTRA VEZ LA CASA
El que habita esa casa
Lleva ojos abiertos
Ventanas sin visillos
Puertas batientes y alguien allá adentro
Que salta en el patio de los hombros
Del traje
Sencillo para andar en la casa.
LA NUBE INQUIETA
Una nube juega como si fuese cabeza
De fantasma
O alas hinchadas de un ángel
Si al caso vamos
Se trata de una nube sobre un traje
Que dice mucho y nos hace flotar
En el calvo cielo que imagina ser nube
En todo caso
El cielo es sólo un simulacro.