1988
20 de Agosto
Vida Social. Vienen a Verme curiosos que me miran como si fuera un perro políglota en un teatro de variedades. La vejez convertida en espectáculo.
«Mirad —dicen—, todavía no se babea; todavía sabe hablar, sabe contar hasta tres, !y a su edad! Es un milagro.» Se asoman al pozo de la vejez. Todavía no saben que el viejo prefiere la soledad porque es lo único que no le aburre.
1989
15 de enero
Estoy esperando el llamamiento a filas; no me doy prisa, pero tampoco quiero aplazar nada por culpa de mis dudas. Ha llegado la hora.
Sándor Márai escribió a maquina su diaro pero la última nota esta escrita a mano. En la última carta enviada a su editor, István Vörösváry, escribe lo siguiente: «Lo siento mucho, ya no puedo más. La debilidad no desaparece y, de seguir así, pronto tendrán que ingresarme. Quisiera evitarlo. Gracias por vuestra amistad. Cuidaos mucho. Os deseo todo lo mejor. Sándor Márai.»
Sándor Márai se suicidó el dia 21 de febrero de 1989 de un disparo en la cabeza. Conforme a su testamento, sus cenizas fueron esparcidas en el mar.